Me quedé solo esa noche. Toda mi familía se había ido de viaje y quedé solo en la casa, yo mismo decidí no ir, los viajes familiares no me llaman la atención.
Había tanto silencio. Decidí dar una vuelta, así que tomé un taxi que me llevo hasta el centro. Caminaba, veía a otros en el mismo plan, se mezclaban con el paisaje, con la oscuridad, con el ruido.
Tenía hambre y entre a comer a un local, cocinar solo es peor que comer solo, dura más tiempo. Ahí me quede sentado viendo a la gente pasar por un buen rato, hasta que un encargado me hizo saber que era hora de cerrar.
Había gente en la calle, cada vez menos, y cada vez más parecidos a mi.
Esa noche no volví solo.
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4 comentarios:
Me la imaginé toda en los bares de la Avenida Urdaneta.
Me alegro de que hayas crecido tanto.
*A
Porfa, puedes publicar en el blog tu material del año pasado? me gustaría ver cómo se relaciona con esto que escribiste, y qué podemos hacer con todo.
Gracias.
*A
que buen cuento!
estoy reuniendo lo que queda del año pasado, lo publico a mas tardar mañana.
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